Tengo un nuevo trabajo

Tengo un nuevo trabajo

Esta etapa es completamente nueva. Ahora, nuestros hijos sólo se parecen a aquellos niños que conocíamos. Por si fuera poco, la crianza de adolescentes puede ser tan retadora que, en ocasiones, parecería que estamos apagando fuegos y no guiado con propósito. Y, para no perderlo de vista, les comparto el que para mí es el propósito de la crianza:

Formar adultos capaces de crearse por y para sí mismos una vida plena y disfrutable.

Este momento en el que los hijos crecen y empiezan a consolidar su independencia, es cuando, como padres, no sólo vivimos el duelo que esto conlleva. También lidiamos con miedos y dudas de cómo hacerlo y de cómo esto podría ser lo mejor para nuestros adolescentes.

Primero, es relevante decir que vivir un duelo en esta etapa de hijos en desarrollo no significa dejarlo todo. Al contrario, significa validar lo que estás sintiendo y experimentando para sentirte más en paz, más completo y presente en sus vidas. Y, con esto en mente, te comparto algunas sugerencias que, espero, te orienten y te permitan estar más en calma para lograr el objetivo de crianza.

  1. Antepón el amor que sientes por tu adolescente.

    Tener un hijo o una hija adolescente es muy retador, porque pasan de ser un niño amoroso al otro grandulón, respondón y desafiante. Recuerda que ese grandulón es la persona para quien quieres el mayor bien. No olvides tampoco que, para él o ella, el amor, la mirada y la validación de sus padres sigue siendo muy importante, aunque no lo parezca.

  2. Ten presente que eres el adulto a cargo.

    Si te sientes herido o sobrepasado por los cambios de tu hijo, revisa qué está pasando dentro de ti y busca el acompañamiento de un especialista.

  3. No lo descalifiques

    Nuestro sistema nervioso central autónomo entra en el estado donde nos sentimos a salvo y seguros con la conexión persona a persona. Por ello, que tu adolescente se sienta seguro y conectado contigo es primordial.

    En esta etapa, los chicos dejan de comunicarse con sus padres por temor al juicio, a decepcionarlos, o a recibir las respuestas con las que los invalidamos o descalificamos. Tu adolescente podría enfrentarse a situaciones difíciles o de riesgo y lo hará en silencio y soledad si no siente que puede confiar en ti.

    Recuerda que tu adolescente está descubriendo y experimentando la vida por primera vez. Decirle que lo que está viviendo es una tontería, que no es importante o que no pasa nada, no le ayudará a sufrir menos o, peor aún, a superar lo que está pasando. Al final, sólo lo aleja de ti.

  4. Entra en su mundo para conectar

    Propicia momentos con tu adolescente para que te muestre la música que le gusta, vean juntos TikTok, bromeen, e incluso le platiques las historias de cómo fue para ti tener su edad. A los adolescentes les gusta saber de ti y empatizar contigo.

    En esos espacios de conexión, evita hablarle de la escuela, del orden de su habitación o de lo que puede mejorar. No trates tampoco de darle una lección. Haz de este tiempo uno de calidad para escucharle, conocerle y conectar.

  5. Tu hijo no existe para cumplir tus expectativas

    Dejarás de escuchar a tu hijo si frente a ti sólo está lo que crees mejor para él o ella cuando algo que hace no cumple tus expectativas. Tras esta barrera ya no serás capaz de apreciar y reconocer lo que sí hace que es positivo e importante para él o ella.

    Tu hijo merece la oportunidad de descubrirse paso a paso, de equivocarse, de aprender sin culpa, de experimentar sin condena sus errores y de tomar sus propias elecciones. Es importante que aprenda que es su vida y que es el diseñador responsable de la misma.

    Por supuesto, todo este proceso lo vas a transitar dándole espacio para crecer, pero con tu guía constante y paciente, con reglas claras y límites bien definidos, mismos que irán evolucionando conforme lo haga tu adolescente.

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Para cerrar, te pido que no te exijas ser la madre o el padre perfecto. Todos hacemos lo mejor que podemos cuando lo hacemos desde el amor.

Si requieres alguna asesoría, agenda tu sesión gratuita. Me dará gusto conocerte.

Y, quédate con este pensamiento: disfruta esta etapa mientras dura, pues también se terminará.